Repartiendo Pescado [1ra Misión]

Un poco nublado comenzaba el día, con una niebla que podía dificultar un poco la visibilidad pero si se podía ver lo mínimo a escasos metros de distancia. El joven del Yoton se despertó temprano ya habiendo asentado su ubicación hasta el momento ahí en el puerto de Fien. Le pareció un excelente lugar para establecerse y desde ahí comenzar un camino ninja que seguramente se vería muy difícil haciendo solo, pero no había cosas imposibles sino difíciles. Kanon había escuchado acerca de un tal Shiro, no sabía exactamente a qué se dedicaba, pues solo escuchó por medio de rumores o habladurías de que era dueño de una pescadería y ocupaba gente para poder repartir los pescados que llegaban a su local. Era una buena opción para ganar un poco de dinero y pensó el joven que sería algo muy fácil de hacer, pues aun no comprendía por qué necesitaba gente si el mismo Shiro podía hacer el trabajo. Sin embargo decidió no cuestionar más las decisiones del dueño de la pescadería pues al fin y al cabo quien ganaría el dinero sería Kanon por lo que se dirigió rápidamente con el dueño de la pescadería para presentarse ante él y comenzar con el trabajo.

Ya llevaba un poco de tiempo viviendo en esos alrededores, el puerto era uno de los lugares más visitados en Fien y por ende también solía caminar por ese lugar el gennin. Esta vez se dirigía hacia un almacén de pescadería en donde se encontraría con un tal Shiro, que según los rumores estaba buscando personas para poder realizar un trabajo. Kanon no sabía exactamente de lo que se trataba pero estaba seguro que sería algo respecto a pescados, ¿qué más podría ser? Era una pregunta que se hacía el joven, pero mejor era confirmarlo con Shiro que era quien buscaba a la gente para hacer el trabajo. Caminó por algunos minutos hasta llegar al local en donde se encontraba Shiro, en el puesto solo se encontraba una persona quien supuso de inmediato que era Shiro, Kanon lo miró con esa mirada seria que dejaba observar detrás de su máscara. El viejo calvo hizo un comentario hacia el gennin pero éste no respondió, decidió no hacerlo para no faltarle al respeto al viejo y siguió ahí sin decir nada. -Tu debes ser Shiro... Escuché que buscabas gente para un trabajo, a eso he venido. ¿De qué se trata? Decidió hablar el joven, siendo breve en lo que decía sin tomarle importancia a lo que le había dicho anteriormente, solamente tomando en cuenta en lo último que mencionó el calvo que fue qué era lo que quería Kanon. El joven fue muy directo, y preguntó por lo que interesaba, esperando ahí parado con lo que necesitaba el viejo.

La niebla en el lugar se comenzaba a disipar con el pasar de los minutos, pero era lentamente. El usuario del elemento Yoton quedó parado en frente del viejo calvo de barba blanca quien tenía más interés en insultar al joven que intentaba ayudarlo que decirle de lo que trataría el trabajo. Kanon solo se dispuso a escucharlo, las palabras que decía el viejo parecían no dañarlo ni causarle efecto alguno así que espero a que éste terminara de desahogarse para llegar finalmente al cometido que tenía propuesto, las indicaciones del trabajo. Podría estarse aburriendo tras esa máscara mientras el viejo se desquitaba con Kanon, pues le reclamaba cosas que no comprendía y solo divagaba en su mente mientras la persona gritándole enfrente terminaba de hacerlo. Pasaron algunos minutos para que por fin decidiera el viejo llegar al punto al que esperaba el gennin, la parte donde le mencionaba del trabajo. -Si estoy aquí parado esperando a que termine de hablar es porque puedo concluir con el trabajo. Mencionaba seriamente sin quitar su postura recta, esperando que le diera las indicaciones y detalles de todo lo que debía de hacer.

El viejo comenzó a detallarle todo, el por qué los trabajadores anteriores ya no querían trabajar con él, la respuesta era muy obvia pero Kanon no había experimentado esas situaciones por las que estaban pasando los demás trabajadores y es lo que quería experimentar. -Comenzaré ahora mismo. Respondió Kanon tomando los galones que dispuso a poner en una carreta, tomó un pergamino que le dió el viejo calvo con las direcciones a donde debía llevar cada galón de pescado. -Volveré sin estos pescados. Le dijo Kanon al viejo barbón tomando la carretilla para comenzar con la misión que había aceptado. Tenía las direcciones a las que debía ir y comenzó a caminar con la carreta llena de pescados por la isla, el camino parecía tomar una perspectiva un poco desolada y solitaria en donde podía ser asaltado o atacado por una banda de delincuentes, pero creía en él mismo y en sus habilidades por lo que no tenía miedo. Pronto comenzó a escuchar sonidos extraños tal y como se lo indicó el viejo pero no se detuvo y siguió caminando. -Ya comencé, ni modo de regresarme. Es de cobardes no terminar las misiones. Se susurraba a sí mismo mientras caminaba con la carreta llena de pescados.

Poco a poco iba entregando los galones de pescado a su destino, y hasta el momento no tenía ningún incidente o percance, todo parecía estar más normal, lo que facilitaba la misión. Siguió caminando con unos galones más por entregar, adentrándose por otro camino solitario y peligroso a simple vista. -¿Qué sería lo peor que pudiera pasar? Susurraba al caminar por el camino que se volvía un poco sombrío, de pronto escuchó el crujir de una rama de árbol. -Eso no es un buen augurio. Mencionaba con una sonrisa irónica, sabía que algo andaba mal y puso su mano en una de las espadas que llevaba en su espalda. De repente una jauría de perros rabiosos saltó al ataque hacia el joven, éste esquivó a todos los perros aunque uno le mordió su atuendo, específicamente su pantalón. -Genial, ya no hacen pantalones de estos hoy en día. Se quejaba sarcásticamente el usuario del Yoton y golpeaba al perro que lo mordió, sin desenvainar su arma comenzó una batalla con los perros, pues no quería mutilarlos ni hacerles daño, solo darles una lección y demostrarles que se habían metido con la persona equivocada.

Solo bastaron 10 minutos para lanzar a todos los perros por los aires y dejarlos sin ganas de volver a atacar al joven gennin, se fueron intimidados. Kanon entregó los demás pescados que le hacían falta y prosiguió caminando de regreso hacia Shiro y confirmarle que entregó todos los galones de pescados. -Fue bastante sencillo. Confirmaba el joven al viejo, dejándole todos los galones vacíos en su lugar, esperando respuesta y recompensa por el trabajo realizado.