[Mision] Formando un grupo [Kokoro e Hisoka]

Ya habían pasado unos días desde la ultima misión que tuve, me tenia que recuperar de las heridas si es que quería salir nuevamente en una de las aventuras, el dinero que había ganado me había dado una buena vida hasta el momento, los días pasaba y pasaban y yo seguía pidiendo comida a domicilio, era un placer en verdad exuberante pero ya me estaba cansando, la monotonía de una rutina rompía cualquier semblante, tendría que hacer algo para cambiarlo y sin duda alguna ese ‘’algo’’ tendría que ser una misión. Tarde un día mas en decidirme, aun tenía dinero, pero bueno no solo se vive de eso así que mande la solicitud.

Estaba recostado en mi cama cuando como siempre me llego el telegrama por debajo de la puerta, pero esta vez era distinto, primero me citarían para luego hacer la misión, cosa extraña que nunca me había pasado pero que mas da, después de todo lo importante era progresar y salir de mi cama. Me vende bien los vestigios de unas pequeñas heridas abiertas en ambos tobillos y me quite la venda de mi mejilla que ya había sanado, estaba listo para volver al juego.

- Espero sea bueno, tengo que recordarme volver a entrenar no me puede pasar lo mismo que la otra misión -Fui todo el camino hasta la casa del anciano de mi clan con el panfleto de la convocatoria en la mano, de vez en cuando lo veía y dirigía mi mirada hacia el horizonte. Llegue y no toque la puerta, ya como siempre en el hall había mucha gente que poca cuenta se dieron de que alguien mas había irrumpido en el lugar, sabia donde estaba el anciano, era obvio, la gran puerta de roble con el gran símbolo de los Nara gravado formaban una señal bastante clara, hasta algo ingenua diría yo. Pude ver a un shinobi a un lado de la puerta, parecía ser un guerrero así que me acerque con la cabeza a gachas y antes de toparme con el la levante y extendí el panfleto hacia el.-Tengo una reunión con el anciano-Exclame mientras que el miro el papel y me lo devolvió, no hizo nada mas ya que inmediatamente asintió con la cabeza y me abrió la gran puerta, yo un tanto intimidado entre, esta vez con la cabeza alta y seguro, no tendría que mostrarme débil, después de todo quería que me asignen buenas misiones y este era el momento oportuno para hacerme notar.

Nevando... como siempre. Hisoka pretendía hacer una misión en ese mismo día con tanta nieve. Le gustaba mucho éste clima. Sentir la brisa fría en sus mejillas era una de las sensaciones más hermosas que él podía vivir, por eso le gustaba vivir en éste lugar, en el basto Desierto Helado. Un día después de pelear contra aquél Líder de la Organización de los Bandidos, le llegó una convocatoria para una misión 'especial'. Los golpes que aquella persona le había propinado a Hisoka no eran muy graves, tan sólo un puñetazo en la mejilla derecha que aún continuaba un poco roja, apenas si se podía distinguir si le prestabas la atención suficiente. Empezó a leer, y así pues, devorando rápidamente la información, terminó. -Una misión rango C... vaya-. Comentó. -¡Y será junto con alguien-. Pensó en voz alta. La idea de hacer una misión junto con alguien le animaba. Nunca había hecho una así y quizás y era por esto que le entusiasmaba tanto. Se apresuró para salir de casa, para llegar rápidamente a el edificio de los Ancianos.

Comenzó a caminar, vio que todo estaba igual, las mismas caras, los mismos puestos ambulantes y así mismo, la misma nieve, como siempre, tan blanca como su piel. Miró al horizonte, y no muy a lo lejos, notó que el edificio estaba bastante cercas. Siguió caminando, pero ahora más rápido y en segundos llegó al lugar. Entró, y notó que estaba un 'Guardia' afuera de la puerta de dónde estaba el Anciano del Clan. -¡Buenos días!-. Anunció el guardia amablemente. -Te están esperando... Hisoka, ¿verdad?-. Preguntó muy seguro. -Así es, cariño-. Respondió, haciendo un gesto bastante seductor. El guardia resultó ser de agrado para Hisoka, pero sin llegar a más, se despidió de él para finalmente entrar a la oficina, en dónde ya estaba al parecer otro Aprendiz del Clan. -Con permiso-. Dijo Hisoka mientras pasaba y veía al Anciano. -Ehh, propio... propio, muchacho-. Exclamó. -Ya que están los dos, debo de decirles de qué tratará su misión, específicamente a ti, Kokoro, ya que a Hisoka le di anticipadamente la información para que la analizará-. Dijo el Anciano después de pedirles que pusieran mucha atención. -Ahora... varios guardias han dicho que hay unos tipejos en dirección a las praderas que suelen molestar a la gente que sale y entra del campamento-. Terminó para tomar una bocanada de aire. -Así pues, les pido que los exterminen... es decir, atrápenlos por nosotros, mas no los maten... claro, a menos que ellos tengan éstas intenciones con ustedes-. Finalizó mientras veía fijamente a Kokoro. -¡Entendido!-. Dijo entusiasmado Hisoka. Volteo a ver a su compañero, quién era un poco más bajo de estatura que él. Le llamó bastante la atención que ésta persona usara ropa militar, y más aún que le quedara bien. -Yo soy Hisoka-. Se presentó. -Tú eres Kokoro... ¿verdad?-. Preguntó para inmediatamente después saludarlo con la mano para que éste afirmara y de una vez le diera un apretujon de manos. El Anciano sólo se mantenía observando, quería ver la forma en que éstos dos ninjas del clan se relacionaban entre sí para ver si el haberlos puesto como pareja en ésta misión resultaba exitoso, quién sabe, quizás para futuras misiones. Pero claro, ésto sólo funcionaría si las dos personas se llevaran bien y por supuesto que mostraran tener una lealtad a cada uno.

Durante toda mi vida la cantidad de ropa que llevaba para mi había sido una incógnita, y una en verdad molesta, a veces me causaba cierto malestar andar con ella hacia todo los lados, pero en días como estos en donde la nieve no tenia piedad contra la aldea del clan era cuando entendía en verdad su gran utilidad, podía guardar las armas con comodidad dentro de el sobre-todo sin tener ningún peligro, me tapaba completamente de la humedad de la nieve y era fácil de quitar para la batalla ¿De que me quejaba? Tal vez solo era que odiaba los días sin nada de sol, después de todo, era una desventaja para mi ninjutsu.

Había entrado en la oficina, mire hacia todos lados un tanto anonadado por la magnificencia de la sala, el techo parecía tener al menos 6 metros de alto en forma de cúpula y en esa una pintura de lo que parecía ser la creación del clan con dos Nara dándose la mano, a los costados de la gran puerta se encontraban dos ciervos de madera con grandes cornamentas que apuntaban hacia el gigantesco escritorio del líder que se cernía sobre una gran silla de roble.

Solo espere unos momentos ya que ni siquiera llegue a saludarme con el mandamás de la aldea ya que enseguida llego el que parecía ser mi compañero. Empecé a escuchar de que iba la misión y en cierto momento una gota de sudor frío cruzo de mi nunca.- ¿QUEE? ¿SOY EL UNICO QUE NO LO SABIA?-No deje que mi rostro mostrase mis sentimientos pero sin duda alguna en momentos como estos era que el verdadero rango de un shinobi se hacia notar, parecía ser que mi compañero era el de mas valía en el lugar y por ende de ahora en adelante tendría que confiarle un cierto respeto, después de todo de todas formas éramos compañeros…

También extendí mi mano hacia el cuando el anciano termino de hablar y se la estreche.-Si todo un gusto-Dije con una sonrisa en la cara y los ojos un tanto encogidos, el líder me había dejado un resumen como el de Hisoka arriba de su escritorio así que lo tome y me lo guarde en el bolsillo.-Creo que ya es hora de irnos-Exclame mirando a Hisoka para luego darme media vuelta mirando a la silla de roble y hacer una pequeña reverencia, no hice nada mas ya que inmediatamente Salí de el lugar dirigiéndome a la entrada, quería comenzar la misión cuanto antes…

- Así que tendré un compañero…Será una señal de lo que estaba pensando el otro día… -Miraba de vez en cuando a mi compañero y volvía rápidamente la mirada adelante-No lo creo, aun no lo conozco, no se si valdrá la pena…Bueno eso espero-Ya había comenzado la misión y en verdad me daba algo de esperanza tener un compañero, después de todo, era el primero.

Después de la pregunta que Hisoka le hizo a Kokoro, éste lo contesto. Le afirmó que se llamaba así, y también sugirió algo, que ya se fueran del edificio y se adentraran a las praderas para comenzar con la misión. -Comenzaremos con la misión, Anciano-. Dijo para luego despedirse y salir primero por la puerta. El joven notaba que Kokoro de vez en cuando volteaba a verlo y ésto le causaba cierta intriga... ¿por qué lo volteaba a ver tantas veces seguidas?, se preguntó. A lo mejor y aquél chico no se daba cuenta, pero era bastante obvio que lo miraba. -¿Se te ofrece algo?-. Preguntó muy seguro. -No se porque me ves tanto, pero lo haces tan seguido que resulta incómodo-. Anunció.

Esperando por la respuesta de su compañero, siguió caminando. En minutos se encontraban ya a unos cien metros de las praderas y viendo al horizonte podían ver que ya se estaban acercando. Hisoka prefirió esperar un poco más y se paró para iniciar una breve charla con el chico. -Creo que antes de pelear debemos de conocernos bien... ¿no crees?-. Sugirió con una mirada penetrante, dirigida hacia el chico. -O sea...-. Prosiguió. -¿Cuál es tu elemento principal?, esto lo digo para planear estrategias... por si los bravucones resultan ser unos expertos-. Finalizó. A Hisoka no le daban miedo los bravucones, porque por lo general todos eran unos inútiles que se valían solamente de su fuerza bruta, y muy rara vez hacían uso de su inteligencia. Fácilmente los derrotaban, pero a lo mejor y éste no iba a ser el caso. También le preocupaba que la fuerza de aquellos bravucones fuese tan imponedora como para poder quebrar su Kage mane no jutsu, así que el joven Nara prefirió prevenirse y armar algún tipo de 'plan' o 'estrategia' para no ir a palo suelto.

El cielo estaba un poco despejado, pero aún así, la nieve no cesaba. Los copos caían lentamente en el cabello de Hisoka el cuál estaba un poco húmedo. Esperaba las respuestas de joven mientras que lo veía con una mirada muy penetrante, cómo si quisiera convertirlo en piedra. De igual manera, lo analizaba de pies a cabeza. Veía la forma de su cabeza, el ancho de sus brazos y qué tan acuerpado estaba. Sí o sí, aquél joven le resultaba un poco atractivo, pero no en una manera seria. El viento soplaba y su ropa y su cabellera se movían al mismo compás. Con sus dos manos, comenzaba a hacer fricción, una con la otra, para después ponérselas en sus mejillas. -Está haciendo un poco de frío, ¿no crees?-. Terminó, para repetir lo último unas dos veces.

No sabia bien si la acción de retirarme de la oficina sin ningún saludo me traería algún problema o no, pero que mas da, ya lo había echo y ya me encontraba en marcha, solo el tiempo diría que pasaría con eso. Era la primera vez que me codeaba con esa clase de gente así que en verdad aun no conocía muy bien la clase de trato especifico que había que tener, poco a poco lo iría aprendiendo, estaba seguro, pero por ahora seguramente me verían como un chiquillo (un tanto grandecito) impertinente que tan solo se estaba haciendo notar.

No me llegue a sonrojar pero si me tome mi nuca y me acomode un poco la gorra ante la pregunta de mi acompañante, tal vez lo había echo inconciente o simplemente quería iniciar una conversación y no sabia como, bueno al menos la táctica funciono, de una manera algo extraña cabe aclarar.-Jaja es que es mi primera misión en conjunto-Dije para luego hacer ademán con la cabeza a mis espaldas, donde aun se podía ver a los lejos la gran estructura que deparaba la casa de el anciano.-Y el echo de que te hallan dado detalles sobre esta misión y a mi no me da a entender que tienes mas experiencia con la mía, y bueno si, me da algo de intriga.-Exclame para seguir caminando, se me sonrojaron un poco las mejillas pero sabia bien yo que a la palidez de mi piel no le hacia ningún bien el frío azotador que estábamos viviendo, casi como cualquier otro día de toda mi vida, pero las sensaciones extrañas parecían hacer que todo fuese nuevo.

Me detuve con ella y contemple la gran pradera, o al menos lo que alguna vez fue eso antes de la tormenta de nieve, las inclemencias del tiempo no dejaban ver la verdadera hermosura de el paisaje, aunque para los gustos no esta nada escrito.-Me parece perfecto-Dije para luego tantearme un poco el saco, estaba buscando algo.-Soy elemento Doton, tengo que admitir que aun no eh dominado del todo mi ninjutsu así que solo puedo usar un jutsus básico, de todas formas me las arreglo bien para las peleas no te preocupes por eso-Dije para que finalmente una sonrisa se dibujase en mi rostro, al fin había encontrado lo que buscaba, saque un paquete de cigarrillos y prendí uno dando una gran bocana, parecía ser que ya estaba mas sereno.-Y bueno ahora cuéntame algo de ti-Exclame para luego poner el cigarrillo en mi boca y frotarme las manos al igual que el otro shinobi, también sentía las inclemencias del tiempo y lo apoye asintiendo con mi cabeza.

La espera había terminado y su compañero había contestado. Hisoka pensaba que a lo mejor y aquél chico ya tenía experiencia haciendo misiones en conjunto, pero al parecer se había equivocado, pues el chico se lo afirmó. Hizo un comentario acerca de que el Anciano no le había dado la información con anticipación como a él, por lo que Hisoka decidió explicarle al chico el porque de ésto. -Que bien que no te lo hayas tomado a mal-. Comentó. -Precisamente es por eso, el Anciano sabe que yo tengo más experiencia y por eso prefirió darme anticipadamente la información a mi. No sé si hayas oído los rumores, pero he acabado con una gran cantidad de bandidos de la zona-. Anunciaba muy orgulloso. Le resultaba gratificante compartir sus logros con otras personas, pero sabía que si llegaba a ser bastante empalagoso con ésto, probablemente y terminaría cayendo mal. -En fin, no quiero aburrirte con eso, igual tampoco quiero que pienses que soy algún tipo de presumido-. Continuó. -Si hay algo en lo que pueda ayudarte no dudes y pídemelo-. Finalizó para continuar escuchando. Kokoro le estaba comentando que él era elemento Doton, a lo que Hisoka inmediatamente después respondió. -Ya veo, conozco a otra persona del Clan que es del elemento doton y demostró ser alguien bastante habilidoso con la tierra-. Comentó. -Yo soy elemento Raiton-. Alzó sus manos en frente de él mismo y de ellas comenzaron a salir chispas. -Pero no te asustes, que sólo llegan a ser problemáticas con las personas a las que yo quiera hacerles daño-. Finalizó.

Segundos después, notó como Kokoro sacaba de sus ropas de militar cigarrillos. -Cigarrillos... ¿uh?-. Hisoka se sorprendió al ver que el chico fumaba, pero no le dio demasiada importancia. -¿Está bien si me regalas uno?-. Preguntó. El joven siempre había sido fumador pasivo, y de vez en cuando le gustaba inhalar el tabaco pues, sin llegar a ser un adicto a la nicotina, le gustaba la sensación que ésta le brindaba. -Y bueno... ¿qué más te puedo contar de mi?-. Exclamó. -No soy alguien bastante interesante... ¿sabes?. Mi ninjutsu es algo básico aún, pero ya domino varias técnicas que pueden ser bastante eficaces-. Comentó luego de tomar una bocana de aire lo suficientemente grande para decir todo ese parloteo. Hisoka hablaba sin parar, y todavía continuaba poniendose las manos en sus mejillas para hacer que éstas se calentaran un poco. -Supongo y ya nos conocemos lo suficiente. Ahora sigamos con nuestra misión, ¿te parece?-. Preguntó... bueno, no era una pregunta en sí, si no como una... ¿sugerencia?, no, tampoco... pues sin esperar la respuesta de su compañero comenzó a caminar y señaló al horizonte. -Debemos de apresurarnos para evitar pelear en la noche... ya sabes, por eso de las sombras-. Bromeó. Seguidamente, comenzó a caminar, mirando hacía atrás, esperando a que su compañero Kokoro hiciera lo mismo que él.

Sentía el humo por mi traquea y doblaba el cuello para arriba mirando el cielo ya que eso sentía, no sabia por que pero me causaba una gran relajación cada pitada a mi cigarrito, tal vez era por que no lo solía hacer a diario, el paquete de cigarrillos lo había copado hacía ya un mes y todavía me quedaban varios, no era de fumar demasiado ya que en verdad me gustaba disfrutarlos y si me empalagaba tan solo se volvería una adicción, una bastante difícil de controlar debo decir ya que tuve la oportunidad de ver los efectos devastadores en algunos de mis familiares, en especial en los shinobis.

Le iba contando toda mi historia mientras que escuchaba su petición.-Si claro-Tarde unos segundos en reaccionar y darle el cigarrillo, me había tomado algo desprevenido ya que también escuchaba lo que ella decía con cierta atención pero con la mirada un tanto perdida.-Así que Raiton he…-Exclame mientras daba otra bocanada de aire y continuaba la caminata junto con mi compañero, en pocas pitadas termine mi cigarrillo y anime con sacar otro pero cuando el envoltorio ya se asomaba por la chaqueta lo deje caer nuevamente en su interior…

-Esto…-A lo lejos y casi milagrosamente pude ver a un hombre en el piso, este estaba rodeado por su caballo al cual solo se le distinguían las patas ya que la blanca nieve era la predominante. Empecé a correr hacia el.- Hisoka-Señale con mi cabeza hacia el hombre para que mi compañero también pueda verlo, llegue a los pocos momentos y me tire de improvisto sobre el, en el camino me fui sacando la chaqueta y al llegar lo envolví con la misma sacándole los restos de nieve que tenia sobre sus ropas.-Gra..-Me senté alado suyo y al tocar la nieve vi que estaba derretida, un charco de sangre que emanaba de su caballo había terminado con la nieve de el lugar y el cuerpo de semejante animal no había permitido que el hueco se volviese a rellenar, acosté al hombre que estaba en una posición un tanto extraña, no tenia símbolos ni insignias de ningún lugar así que no podía adivinar de donde provenía.-¿Esta bien?-Atino a abrir la boca para decir algo pero enseguida cayo en ese sueño eterno e in esquivable, lo note al instante, esa forma en la que los ojos pierden sus luz es totalmente inconfundible, al soltarlo vi la causa, una herida que parecía de espada estaba abierta en su vientre.-¿Serán los bandidos? No parece que hubiese sido hace mucho, la herida es grande y se hubiera desangrado antes. Deben estar por la zona-Dije mientras me paraba y miraba a mi alrededor, tratando de encontrar a los bandidos y a la vez mirando a Hisoka, pero la espesura de la nieve hacia inútil mi búsqueda, nada había mas que solo blancura.

En seguida, Kokoro le había abierto la cajetilla de cigarrillos a Hisoka para que él mismo sacara el suyo. Pidió fuego y rápidamente encendió su cigarro, dando una primera inhalada de aire lo bastante duradera como para después al exhalar, sacar humo incluso hasta por su nariz. Tomaba el cigarrillo entre su dedo medio y su dedo índice, con una cierta elegancia.

Su compañero sólo miraba y afirmaba, y de vez en cuando decía una palabra para complementar lo que Hisoka decía y no dejarlo hablando sólo. Los dos ya se encontraban caminando en línea recta hacía dónde el destino los llevara. Cada cuanto, el joven Nara se ponía el filtro del cigarrillo en la boca para de nuevo quemar e inhalar el humo del tabaco. Un segundo después lo exhalo, cuando notó que su compañero lo rebasó y corrió hacía adelante. Mencionó el nombre de Hisoka, quien rápidamente reaccionó y notó que por lo que su compañero lo había rebasado era porque vio a un hombre junto con su caballo tirados en el suelo, rodeados e impregnados por completo de sangre.

Segundos después el hombre pereció. Ni tiempo hubo como para preguntarle algo sobre quién le había hecho ésto. -Parece que si fueron los bandidos-. Le comento Hisoka a Kokoro. -Mira-. Dijo mientras que señalaba al caballo y así mismo al hombre. -¿Notas que no tienen ningún tipo de pertenencias entre ellos?, lo más probable es que éstos los hayan saqueado-. Anunció para después seguir con su frase. -No ha pasado mucho desde que han partido a ese pobre hombre, lo mejor será revisar el suelo cubierto de nieve para buscar algún tipo de huella-. Sugirió para inmediatamente comenzar a buscar alguna huella por los alrededores. Empezó desde la izquierda, y no vio nada, pero al buscar por la derecha, pudo notar como en la nieve se abrían paso huellas... huellas con forma de botas. Hisoka se terminó su cigarrillo, tirando el filtro al blanco suelo y se permitió sugerir de nuevo algo a Kokoro. -Mira... aquí están las huellas, al parecer están frescas pues la nieve aún no las ha cubrido-. Exclamó. Veía como su compañero buscaba con la mirada al horizonte si podía ser capaz de encontrar a alguien, pero debido a que la nieve caía rápidamente y sin cesar, ésta imposibilitaba la vista, dejando ver sólo los copos de nieve tan blancos como las nubes. -Vamos-. Dijo Hisoka para finalmente comenzar a caminar hacía la dirección de las huellas, que al parecer iban en línea recta sin cambiar mucho su trayectoria.

No pasó mucho tiempo para que se adentraran en lo que vendría siendo las praderas. Algunos pastos estaban muy crecidos, pero su color verde aún permanecía aunque estaban cubiertos por la blanca nieve. -No te preocupes, después de capturar a los bravucones, iremos por aquél hombre para llevarlo al pueblo, a ver si alguien lo reconoce-. Comentó Hisoka, tomando por sorpresa a Kokoro, pues le dio unas cuantas palmaditas en su hombro. Continuaban caminado, esperando ver algo relevante durante el camino.

Estaba un tanto preocupado, sabia que para atacar a alguien en un caballo se necesitaría una cierta preparación y obviamente ser mas de uno, no serian de tan simple aprensión como lo había sido ese chico en el bosque, ni sus ataques serian tan simple y pocos dañinos como el solo echo de cortar a un mercader, esta vez era algo serio y se podía ver muy a la vista que no dudaban ni siquiera un poco en asesinar a alguien si esto fuese necesario, me preocupaba bastante no poder estar preparado para la situación y aun mas no ser de ayuda para mi compañero, pero bueno, sabia que las cosas se aprendían con la experiencia, por ahora eso estaba haciendo, aprender.

No había notado que le faltaban sus pertenencias, me apreté un poco la rodilla como haciendo un auto castigo, tan solo por eso, por ser idiota. Acompañar mi mirada con la de Hisoka después de ver que el horizonte era inútil, las huellas se veían claramente pero lo pasaría lo mismo durante mucho tiempo, la nieve era implacable y solo duraría un poco las marcas en el lugar, yo llegue a contar tres pisadas pero era obvio que las demás (Al menos 1) se encontrarían por el lugar tapadas por la nieve. Emprendí el viaje junto con Hisoka a una cierta velocidad, no había que perderle el rastro.

Ya habíamos salido de la zona mas congestionada por el fuerte clima que siempre aquejaba nuestra región, ya poco a poco uno que otro pasto verde se podía ver en el piso y algún que otro árbol dejaba notar sus hojas y pequeños frutos debajo de su follaje, el clima seria un poco mas ameno pero la verdad era que esto no nos favorecía para nada en nuestra búsqueda, la cuestión que la nieve se derritiese solo hacia que las huellas se fueran con ella dejando tan solo pequeñas pisadas que poco a poco se hacían cada vez mas pequeñas.-Apurémonos, a este paso perderemos el rastro-Dije mientras que tirando los brazos hacia atrás y mirando a Hisoka empecé una persecución mucho mas veloz.

Entrenamos a lo que parecía un pequeño bosque de bambuc, todos tenían al menos 1,80cm de altos y no se podía ver en realidad cual era el fin, lo que si se notaba a las claras era que en centro del mismo al menos 4 personas habían pasado cortando todo lo que estuviese a su paso, las marcas eran claras se trataban de machetes así que estábamos seguros de que había mas de un arma entre lo que parecía ser el rastro del vampiro.-Separémonos, yo iré por la derecha, usare el Doton para confundirlos y tratare de ocultarme entre los bambú, se me da mas la de atacar desde lejos, cuando llegues trata de inmovilizarlos, yo te estaré cubriendo.-Solo di unos momentos por si quería hacer algún comentario en cuanto a la estrategia, teníamos que estar preparados, no podían estar muy lejos ya que nuestra velocidad sin duda alguna superaría la de ellos, me fui por un costado exactamente a la derecha y me adentre entre las grandes fuentes de alimento de los Panda.

No me costo mucho poder ver a los enemigos entre el follaje, al fin confirmaba su numero eran 4, no pude ver muy bien su aspecto pero de inmediato me di cuenta de quienes eran ya que llevaban las monturas de un caballo en su hombro, no espere mas y di un fuerte puñetazo a la tierra.-Doton no jutsu-La tierra se abrió en dos en medio de su formación y uno de ellos cayo al piso mientras que los demás pudieron saltar a tiempo, el que cayo quedo atrapado en el hueco, di un salto hacia un costado y me escabullí en la espesura, esperaba que Hisoka usase ese momento de distracción para atacar desde otro costado mientras que yo sacaba dos Kunai y los mantenía en mi mano esperando su ataque para apoyarlo.

Pasaron minutos y entraron a un bosque de bambú siguiendo las huellas. Notaron que algunas ramas habían sido cortadas por un machete para facilitar el paso. Algo era completamente seguro, los bandidos, se estaban refugiando por algún lugar cercano. Kokoro en segundos había formulado un pequeño plan para por fin atacar a los bandidos. Dijo que él se iría por la derecha y que habilidosamente haría uso de sus técnicas para 'confundirlos', pues según palabras de él, era mejor atacante a distancia que a corta distancia. Finalizó con un 'te estaré cubriendo', ésto sin duda, hizo que Hisoka se sintiera protegido, y que podía confiar por completo en su compañero. -Excelente táctica-. Comentó Hisoka, para después adentrarse aún más en el bosque de bambús para ver dónde estaban los bravucones.

Tras unos cuantos segundos, se encontraba escondido detrás de un arbusto. Vio de cuantas personas se trataban, eran cuatro. -Dos y dos... para mí y para Kokoro-. Dijo bastante confiado de si mismo y con una sonrisa muy cínica. Su compañero ya había comenzado con la emboscada tal y como lo había dicho anteriormente. Así pues, Hisoka comenzó con su ataque. Sacó cuatro kunais. -Raiton no jutsu-. De las manos del chico comenzó a emanar chakra tipo raiton, embriagando a los kunai con la propiedad de éste. En un movimiento muy rápido, lanzó todos los kunais, cada uno para un bandido en específico. Hisoka lanzó especialmente un kunai para el bandido que había quedado atrapado entre el doton de Kokoro, dándole en la cabeza, muriendo instantáneamente. Ahora sólo quedaban tres enemigos. Un kunai, logró asestar en el brazo de otro, paralizándoselo. Los otros dos, no fueron capaces de asestar, clavándose en los bambús para finalmente desaparecer el chakra raiton de ellos.

-Aquí hay muchas sombras... perfecto-. Pensó el chico para inmediatamente comenzar a hacer un sello. -Kage mane no jutsu-. Su sombra comenzó a tomar vida propia y se lanzó en contra de los enemigos por los suelos. Se arrastraba como si de una serpiente se tratase, lo hacía a una velocidad considerable y en menos de dos segundos ya se encontraba en contacto con las sombras de los bandidos, dejándolos sin poder moverse. -Kokoro... haz lo tuyo-. Exclamó. Mientras pronunciaba éstas palabras, notó algo... su sombra se estaba quebrando poco a poco. Hizo un gesto de fuerza, quería continuar con su técnica, pero le era imposible... aquellos bravucones resultaron tener una fuerza tremenda, pues el jutsu no duró mas de cinco segundos activo, porque antes de eso, los enemigos se pudieron zafar de la sombra. -¡I-Imposible!-. Dijo Hisoka muy impresionado. -No será tan fácil, muchacho. De aquí no salen vivos-. Amenazó uno de los bandidos, que parecía ser el que más fuerza tenía, pues sus músculos eran demasiado visibles y tenían una masa muy grande, entre-asomandose de sus ropas. -Kokoro... te dejo al que tiene el brazo paralizado, mientras lo derrotas, yo haré tiempo con éstos dos para que vengas a apoyarme-. Ordenó. Ya no era nunca más una sugerencia, era una ordenó. Se notaba que la situación estaba un tanto tensa por lo que había pasado, y Hisoka, quién al principio estaba despreocupado y tenía una sonrisa dibujada en su rostro, ahora mismo tenía un semblante muy serio. -Ya lo oíste chico, ¡ven a mí!-. Dijo el bravucón con el brazo paralizado, quién no era más alto de Kokoro, para después sacar un bokken y esperar a que el otro joven saliera de su escondite.

Hisoka se preparaba de nuevo para atacar, ya había visto que su Kage mane no jutsu era inútil en ésta situación, por lo que obviamente no lo iba a realizar de nuevo. -Raitom no jutsu-. Sacó dos kunais de nuevo, uno en cada mano. Nuevamente los impregnó de chakra. Ahora mismo, no las lanzaría, si no, se pondría él a luchar dos contra uno con los enemigos. Resultaba un acto valiente, pero muy peligroso. Comenzó a correr hacia los bandidos, y con un impulso raiton que era originario de sus pies, se lanzó a una velocidad sorprendente en contra de uno  -que no era el fortachón-  para esperar y ésto fuese lo suficientemente rápido como para que el enemigo no pudiera esquivarlo. Debido a que el fortachón era una persona bastante fornida, no pudo reaccionar a tal velocidad de Hisoka, así que sólo se quedaba observando lo que pasaba a su alrededor.

BANDIDOS:

La batalla había comenzado y una sonrisa poco a poco se formaba en mi rostro cuando veía que parte de mi táctica se estaba realizando con éxito, el suelo se abrió en dos y como yapa uno de los bandidos quedo atrapado en el mismo siendo rápidamente fulminado por uno de los Kuna de mi compañero que llego al respaldo en menos de un segundo inutilizando a los demás.

-Es mi momento…-Dije para luego con un kunai saltar de los arbustos, había visto como Hisoka inmovilizaba a los mal vivientes con el jutsus característico de los Nara así que no me contuve ni un minuto y Salí a la carga imprudente para dar con mis enemigos, grave error, el jutsus se rompería y yo con mis pocas habilidades quedaba al descubierto, me vi enfrentado a mi atacante cara mientras que el mismo sacaba una espada de madera y yo le mostraba mi Kunai…

-Bueno es hora de mostrar lo que aprendí en la academia, no es mas alto que yo y no parece ser mas fuerte pero su arma es de mas impacto en el cuerpo a cuerpo, no tengo suficientes kunai para luchar a distancia así que me tendré que acercar…-Como cualquier táctica poco a poco y pasos cortos lo iba rodeando, observándolo, viendo como se movía, ¿era derecho o zurdo, que lado le iba mejor, de que estaba echa su espada específicamente, sabia ninjutsu.? Todas las preguntas surcaban en mi mente tratando de responderlas todas a la par, pero no había tiempo tendría que atacar sin mas preámbulo, después de todo tenia una ventaja, estaba herido en el brazo derecho y parecía tener con dificultad la espada con el izquierdo así que lo confine, era derecho y mi compañero habría dado en el blanco..-Es hora, al fin las formas servirán para algo-Hice un repaso en mi memoria de la academia y las diferentes formas de taijutsu, este era el momento para aplicar una, tome el kunai con algo mas de suavidad y comencé una carrera hacia mi agresor, lance el kunai hacia su izquierda y me moví a su derecha, me frente a el con la rodilla izquierda flexionada hacia delante, brazo izquierdo arriba, con la palma abierta y horizontal, así taparía el único golpe posible por arriba que seria desde la izquierda e inmediatamente Bari con mi pierna derecha para tumbarlo terminando por recoger mi pierna derecha levantándola un poco y dándome un tanto de aire.

En el campo de batalla de Hisoka la situación tampoco era muy favorable, era cierto, el era el que mas ninjutsu sabia, pero la preponderancia física de uno de ellos y el echo de que se enfrentasen dos contra uno era un tanto preocupante. Hisoka fue en su búsqueda, si llegaría mas rápido y el golpe casi parecía dar en el blanco, pero su punto de referencia con una elongación extraordinaria tiro su cuerpo hacia atrás dejando pasar de largo a el shinobi Nara, de un movimiento se puso rápidamente al lado de el fortachón.- Somos el dúo mas fuerte!-Decía el fortachón mientras que levantaba una de sus manos.- Y el mas rápido Nii-san!-Replicaba el otro mientras que también chocaba sus palmas, dieron un paso hacia los costados y extendieron sus palmas hacia delante.- Prepárense para los problemas!- Y mas vale que teman!- Para proteger al mundo de la devastación.- Para unir a los pueblos dentro de nuestra nación.-Para denunciar los males de la verdad y el amor.- Para extender nuestro reino hasta las estrellas.- Kato!- Paco!- Los bandidos changos viajando a la velocidad de la luz!- Ríndanse ahora o prepárense para luchar!-Pasaron unos segundos hasta que el bandido que estaba con el brazo paralizado al otro lado de la ruptura de la tierra también levanto su brazo.- Así es!

Off:

La pelea se estaba tornando más buena en los dos campos de batalla. Kokoro se había quedado sólo con el bandido que tenía el brazo paralizado. Sostenía la katana de madera con su mano izquierda con una dificultad increíble. A leguas se notaba que con trabajos si podía sostenerla con su mano izquierda. Ésto el traería problemas bastante grandes, pues no iba a ser capaz de realizar los movimientos con fluidez a como estaba acostumbrado. Kokoro lanzó su kunai, aquél bandido se sorprendió, y alzando su bokken desvió el kunai a su izquierda. Grave error, pues al pone tanta atención y esfuerzo en desviar aquél kunai, no se dio cuenta de que su enemigo venía hacía él realizando un par de piruetas que asestarían directamente. El bandido cayó a los pies de Kokoro, dándose por vencido y desmayándose, aún sosteniendo su bokken, pero sin fuerzas ya, pues el golpe con la pierna había resultado devastador.

-¡¿Qué estupideces dicen?!-. Gritó Hisoka hacia los bandidos. Le resultaba bastante estúpidos que ellos hablaran de proteger al mundo siendo ellos los que estaban haciendo las cosas mal. A lo lejos vio como Kokoro terminaba con su oponente, por lo que su semblante serio, se tornó mas relajado. -Ven aquí, Kokoro-. Dijo. Aún continuaba con los dos kunais en cada mano. No había asestado su golpe anterior, pues uno de los bandidos resultó tener una flexibilidad increíble, esquivando así su ataque. -Ahora debemos acabar con ellos dos juntos, así será más fácil-. Comentó. Acabar con ellos iba a resultar un problema. El fortachón se veía muy fuerte y también muy confiado. No parecían tener habilidades de shinobis, pues antes de darse cuenta Hisoka y Kokoro, los dos bandidos ya habían sacado de sus ropajes ciertas armas. El fortachón se hizo con una katana muy afilada, y el otro, con varios shurikens que se enfilaban entre sus dedos. -Hasta aquí llegaron-. Gruñó. -Nosotros no somos tan inexpertos como esos dos-. Dijo para después señalar a sus compañeros que yacían en el suelo. Finalmente, Hisoka se decidió a atacar, lanzando los dos kunais que se dirigieron al shinobi con la katana... uno iba justo a la cabeza y otro a su pierna derecha. Esperaba con ansias que el de la pierna asestara, para así otorgarle cierta imposibilitación. Había lanzado el de la cabeza por un motivo: para que la hiciera de distracción. Era obvio que no era rápido, pero quizás y tenía reflejos buenos, aunque ésto no le iba a funcionar para esquivar los dos kunais. O se defendía del que se dirigía a la cabeza, o al que iba a su pierna. Hisoka sacó un kunai y lo utilizó para defenderse, por si algún ataque le llegaba.
El otro bandido no sólo miraba, pues rápidamente, con sus shurikens  -que eran bastantes- , los comenzó a lanzar hacia donde se encontraba Kokoro, no muy lejos de dónde estaba el piel-pálida. -¡Por algo me dicen Paco 'el lanza shuriken'-. Dijo muy orgulloso mientras que, con una rapidez muy impresionante, lanzaba sus armas una por una. Al final, iban dirigidas diez shurikens hacia Kokoro, disipadas en diferentes direcciones, dándole pocas oportunidades de escapar.

Una gota de sudor surco mi frente, no por que estaba nervioso, no por el echo de que en esos momentos sin importar quienes sean nuestros oponentes sabia a ciencia cierta que me estaba jugando la vida, se me había caído por el simple echo de que había sido demasiado fácil derrotar a mi adversario, lo había confirmado, no eran para nada profesionales aunque se veía a la legua que los lideres eran esos dos a los que todavía no nos habíamos enfrentado, tal vez ocultarían mas secretos que los restantes, o puede ser que simplemente eran tan inadaptados como estos.

Casi me caigo hacia atrás escuchando las estupideces que decían o cantaban, en verdad no le encontré ningún sentido fehaciente. ¿Seria un genjutsu? ¿Alguna trampa? En realidad no lo parecía, sus cara no dejaban revelar que alguna idea de esas se le cayera por la cabeza y mucho menos que tengan la capacidad para realizarla, tal vez solo eran esos, unos ineptos que no estaban causando demasiados problemas.

Salta la pequeña abertura que había dejado en el piso colocándome a la izquierda de Hisoka, me frote un poco el nudillo izquierdo que tenia con un poco de sangre por el jutsu anteriormente realizado, aun no estaba del todo acostumbrado a usar tamaña forma de Ninjutsu, pero bueno, sabia que poco a poco las misiones mas avanzadas que tenia que realizar se me haría menester tener que utilizar esta clase de tácticas, pero de todas formas, siempre pendiente y ansioso de usar el tan aclamado jutsu de mi clan, el Kagemane por estos momentos en verdad me parecía un sueño inalcanzable, a años luz de que pueda realizarlo, pero quien sabe, los sueños en verdad se cumplen.

El oponente de Hisoka, el fortachón, no tubo nada que hacer contacto que ya estaba un tanto agitado, como lo pensó mi compañero, esquivo el kunai de la cabeza pero dejo que el segundo impactase en su pierna quedando medio cojo, yo estaba atento a mi adversario, saco los shuriken pero de inmediato yo golpee el piso…Una nube de tierra nuevamente cubrió el lugar, donde había golpeado parecía ser mas gravilla que otra cosa así que mi figura al instante se quedo dispersada por el lugar, las shuriken salieron de mi enemigo pero ninguna impacto en mi cuerpo, ya que, me metí en el agujero que formaba mi abertura y que iba en dirección a el, algunas de las piedras que salieron disparadas golpearon en la pierna izquierda de el fortachón, en cambio en las de mi oponente ninguna les hizo nada, Salí con velocidad del hueco justo debajo de mi oponente con dos kunai en la mano y se los clave en los pies dejándolo estacado en el lugar en el que se encontraba.

-Ahora Hisoka!-Ya me había comentado que el si podía usar el Kagemane, la abertura en la tierra cuyo centro era completamente de sombras era el conductor ideal para el jutsu, por eso la había echo, ahora podría atrapar a los sin ningún problema, al menos eso esperaba yo, dependía de el para terminar la batalla, confiado en que entendería mi mensaje ya que me encontré bastante expuesto en el lugar en que estaba en ese momento.